Bajo este título se nos llama a reflexionar y plasmar nuestra propia opinión. Comenzaré haciendo unas pequeñas especificaciones necesarias para abordar el tema en general, sin faltar a la justicia.
[1] Me he querido servir de este concepto (ámbito vital) para nombrar aquellas esferas de la vida del hombre que, para un análisis antropológico, podríamos distinguir saludablemente sin reducir estos espacios a estancos vitales. Ámbitos vitales podrían ser los lugares de comportamiento en los que el hombre se mueve: relación matrimonial, filial, vida profesional, práctica religiosa-ritual, hechos celebrativos, alimentación, ocio, recreación, creación-participación artística, etc. 2016
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AutorRubén de la Trinidad, misionero paúl (Congregación de la Misión), cubano. Estudiante de Teología. ArchivosCategorías
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